1943-1944
En 1943, la guerra se trasladó nuevamente a Europa. Dos hechos resultaron decisivos: la ocupación de Sicilia por los aliados en julio de ese año y la batalla de Kursk, el mayor enfrentamiento de tanques de guerra, que resultó en victoria soviética en contra de los alemanes. En septiembre, los aliados desembarcaron en el sur de Italia y el 8 de ese mes el gobierno fascista se rindió. Sin embargo, como el país estaba ocupado por el ejército alemán, los combates se prolongaron por otro año más, hasta que en agosto de 1944 la mayor parte de Italia había caído bajo el dominio de los aliados.
Mientras los combates entre rusos y alemanes se prolongaron durante todo 1943 y parte de 1944, los aliados desembarcaban en Normandía (6 de junio de 1944), con la intención de liberar los territorios ocupados. En julio de 1944, los soviéticos ingresaron en Polonia y reconquistaron Bulgaria en sangrientos enfrentamientos “casa por casa”. El ejército alemán se replegaba en Alemania para defenderla a muerte. Ese mismo mes, se desarrolló un atentado frustrado contra Hitler.
La definitiva derrota del nazismo alemán comenzó con el desembarco aliado en Normandía. El 6 de junio de 1944, conocido como el “Día D”, miles de soldados ingleses y norteamericanos desembarcaron en las costas del noroeste de Francia, iniciándose así la recuperación de territorios de la Europa Occidental. El éxito de la operación permitió que París fuera liberada en agosto de ese mismo año. Hitler comenzó a verse acorralado, ya que al mismo tiempo, en el frente oriental, los avances del Ejército Rojo fueron aún más intensos.